Tus ideas tienen un valor incalculable
Registrar tu marca es el primer paso que debes de dar para proteger tu idea. Es muy común pensar “es sólo una palabra” pero te aseguro que Apple inició siendo una palabra, sin siquiera imaginarse qué significaría esa palabra para el mundo en un futuro.
Me he topado con clientes que llevan años utilizando un nombre y cuando por fin deciden registrarlo resulta que ya está registrada la marca.
¡Oh problema! ¿no? Todo lo que ya trabajaste no sirvió de nada porque tendrás que migrar a otro nombre y no solo eso; te pueden demandar y exigir que dejes de usar dicha marca y además pedir una indemnización por haberla usado sin autorización.
Registrar tu marca es lo primero que debes de hacer para que poco a poco dejes de ser un simple nombre y te conviertas en un producto comercializable por medio de licencias de uso y franquicias. Al final de cuentas, la marca deja de ser un activo intangible y se convierte en un activo tangible. Registrar tu marca desde su inicio puede hacer una gran diferencia en el rumbo de tu negocio y hacer que tu idea se convierta en un negocio de miles de millones.
Hay que tener en cuenta que la marca no es solo un nombre, es un activo. Por lo que al igual que el dinero, la marca se puede convertir en un instrumento de intercambio muy valioso.
En resumen, al registrar tu marca puedes:
• Convertirla en un activo tangible. Es decir; dinero.
• Extender la protección de tu idea a toda la República Mexicana y al resto del mundo.
• Puedes otorgar Licencias de Uso de Marca (franquicias).
• Tienes la oportunidad de cobrar regalías.